La resiliencia es la capacidad de superar las dificultades que se nos presentan en la vida de forma exitosa, a pesar de las circunstancias adversas existentes. La resiliencia nos da una mejor capacidad de adaptación ante los cambios, pérdidas, fracasos o situaciones traumáticas que se nos presentan en la vida. (1)
La palabra viene de su raíz latina resilio que significa rebotar, o volver atrás (RAE), por lo tanto, una persona resiliente, hace de cada problema una experiencia-oportunidad para aprender y tomar impulso para salir adelante.
Todos tenemos cierto grado de resiliencia, sin embargo, es posible desarrollarla aún más teniendo en cuenta diferentes prácticas, que estudiosos e investigadores en el campo de la psicología positiva han demostrado; te compartimos algunas de esas prácticas que te serán de gran utilidad:
- Pon atención a tus relaciones, procura tener relaciones positivas entre familiares, amigos y compañeros de trabajo y fortalece esos vínculos sustentándolos en el cuidado y respeto mutuo.
- Evita ver cualquier situación de crisis como un evento insuperable y, quita de tu vocabulario el término “problema” y mejor, observa las situaciones de crisis como una experiencia-oportunidad, que te permita aprender y evolucionar.
- Reconoce que el cambio es algo constante, por lo tanto, acéptalo.
- Formula claramente tus objetivos y da al menos un pequeño paso cada día en esa dirección, en cuanto menos te lo esperes ya llevarás un buen trecho recorrido.
- Enfrenta las situaciones, actúa y ejecuta las acciones necesarias para resolver los inconvenientes que se te presenten, en lugar de evadir o evitar.
- Que cada situación adversa, se convierta en una oportunidad de autodescubrimiento y te brinde la posibilidad de “ver” lo que antes No eras capaz de apreciar.
- Confía en tus capacidades, echa un vistazo a todas aquellas ocasiones en las que una situación te parecía infranqueable y cómo lograste superarlo.
- Coloca las cosas en perspectiva, no hagas de un grano de arena una montaña. En ocasiones esto puede ser difícil, pero recuerda que como decía el filósofo Pitágoras, existe un orden armónico perfecto que rige el flujo de la vida.
- Mantén siempre la esperanza, quizá en este momento no entiendas el sentido de vivir una situación traumática o adversa; sólo recuerda todas esas situaciones que en un momento consideraste terribles y que fueron la razón de que se abrieran caminos que te han traído hoy hasta aquí, convirtiéndote en el ser que eres hoy.
- Por último, introduce a tu vida prácticas que han demostrado ser efectivas para desarrollar la resiliencia:
- Meditación.
- Mindfulness (atención plena).
- Escribir tus experiencias.
- Ayudar a otras personas que atraviesen por un conflicto similar. (2), (3)
También puedes leer o ver películas o documentales sobre personas que han mostrado como transformaron la adversidad en cambios significativos para la humanidad, por ejemplo; Stephen Hawking, quién a los veintiún años fue diagnosticado con esclerosis y, además de ser la persona más longeva con dicha enfermedad (sobrevivió más de 50 años), se convirtió en uno de los físicos, astrofísicos y cosmólogos más influyentes de nuestra era. O Malala Yousafzai, una mujer pakistaní que desde los 11 años “alzó la voz” contra la ocupación talibán y la prohibición a las niñas de acceder a la educación, por lo que a los 15 años sufrió un atentando en el que recibió tres disparos que la mantuvieron en estado crítico; dos años después, se convirtió en la persona más joven en recibir el Premio Nobel de la Paz a los 17 años y actualmente, sigue luchando por los derechos de la educación de las niñas y los niños.
No olvides que lo importante no es el qué, sino cómo eliges vivir el qué; la resiliencia si así lo deseas, puede ir creciendo a lo largo de tu vida y en definitiva, te brindará la oportunidad de tener una experiencia de vida más feliz.
